Titanfall 2, acción y adrenalina en estado puro

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No hay forma de comenzar la review del Titanfall 2 sin hacer referencia a su predecesor, la primera entrega consiguió grandes elogios por su modo online que nos daba por primera vez la posibilidad de meternos en un vibrante mundo de peleas entre robots gigantes con un ritmo frenético más que interesante. Pero todo el potencial que tenía el juego se perdía al no contar con un modo historia que le hiciera justicia, le faltaba “algo” para terminar de redondear un juego que fuese la piedra fundamental de una saga con planes a largo plazo.

Tanto así que la segunda entrega estuvo cerca de no ser desarrollada, por suerte Electronic Arts decidió darle una nueva oportunidad al juego y desde Respawn Entertainment consiguieron redimirse y entregar un Titanfall 2 espectacular. El juego toma todo lo bueno de la primera entrega y lo potencia con una impresionante historia single player que, ahora sí, está a la altura de otros FPS de renombre y puede resumirse en dos palabras: Pura adrenalina.

Desde la primera entrega Titanfall dejó en claro que se trata de un FPS basado en el ritmo y la movilidad. Saltos dobles, slides, ganchos para trepar techos y la capacidad de correr por las paredes para superar y sorprender a nuestros enemigos, todo esto puede parecer demasiado pero encaja de manera perfecta e intuitiva y los controles dan una sensación de total libertad a pesar de que la historia y los mapas son en esencia lineales.

Campaña Single Player

En el modo individual nos metemos en la piel del soldado Cooper, quien se encuentra en pleno entrenamiento para convertirse en piloto de titánes. Tras una misión fallida quedamos varados en un planeta desconocido y rodeado de enemigos. Heredamos a B.T. el titán de nuestro mentor y también la tarea de completar una misteriosa misión secreta… a partir de ese momento la historia girará entorno a la relación entre Cooper y B.T. un dúo digno de una película de acción con momentos y diálogos que nos harán reír, divertir y también angustiarnos y preocuparnos por nuestro nuevo compañero mecánico.

La historia es lineal y direccionada, con un estilo similar al Call of Duty, en cada capítulo debemos cumplir con nuestros objetivos para poder avanzar al siguiente nivel, pero a pesar de que esto suene algo estructurado y agobiante el juego se siente extremadamente abierto gracias a la enorme cantidad de posibilidades con las que contamos para alcanzar los objetivos y superar los desafíos que nos plantea cada misión. Cada escenario, cada oleada de enemigos puede ser superada de formas diversas, entrando directamente con las armas al aire o utilizando los dispositivos tácticos con los que contamos, por ejemplo el dispositivo de camuflaje, para evitar la violencia y superar un sector sin disparar una sola bala.

A medida que avanzamos iremos desbloqueando más opciones para customizar nuestro titán, esto nos obligará a adaptarnos y planear bien la estrategia para encarar cada nivel y sobre todo para enfrentar a cada uno de los enemigos especiales que enfrentaremos al final de cada nivel, mercenarios a bordo de titánes con habilidades únicas que nos empujarán al límite y nos obligarán a prestar atención hasta el último detalle si queremos derrotarlos.

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No todo es disparos y acción

Si bien el juego es un FPS, y es lógico que tenga una gran cuota de disparos y acción, prácticamente en todos los niveles encontraremos rompecabezas o desafíos de plataformas para alcanzar algún lugar lejano. Para algunos esto podría resultar frustrante y hasta contraproducente para el momentum del juego, pero el gran diseño de cada uno y el hecho de que aparezcan de manera esporádica (casi sorpresiva) en cada nivel hace que se conviertan en desafíos interesantes que nos permitirán tomar un respiro del frenético ritmo que puede alcanzar cada nivel.

El pico máximo (y en mi opinión la mejor parte del juego) se da en “Effects and Cause”. Sin spoilear, lo que podemos adelantar es que la misión nos lleva por un viaje en el espacio y tiempo en una secuencia diseñado a la perfección y que por momentos te deja con la boca abierta pensando: “¿Cómo hicieron esto?”. Sin dudas algo que va a marcar una pauta que veremos pronto en otros juegos.

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Modo online

El punto más alto de la primera entrada de la saga y la gente de Respawn Entertainment acertó de nuevo al dejarla prácticamente sin modificaciones para esta segunda parte. Suficientes cambios como para sentir que se está jugando a una versión mejorada de la anterior, pero nada alocado para confundir a los jugadores. Entender las habilidades de los seis titánes (Ion, Scorch, Ronin, Northstar, Legion y Tone) es relativamente sencillo, pero dominarlas es otra historia y hace falta mucha práctica para encontrar la configuración ideal para cada situación y partida. Además de los titánes, los pilotos ahora también cuentan con una enorme cantidad de detalles para customizar (camuflaje, armas, habilidades, formato, etc) y esto puede ser algo atemorizante y confuso para los recién llegados.

Formatos de juego disponibles multiplayer Bounty Hunt, Amped Hardpoint y Last Titan Standing:

En Bounty Hunt recibimos dinero cada vez que matamos a un piloto, titán o NPC enemigo, además de recibir algo extra por conseguir destruir al personaje marcado con la recompensa. Para sumar puntos extra para el equipo se puede depositar el dinero en los bancos del mapa. Pero hay que moverse con cuidado ya que si te matan se descontará la mitad del dinero acumulado que no haya sido depositado. Este tipo de partida tiene una duración límite de 15 minutos.

En Amped Hardpoint debemos capturar los puntos designados en el mapa, pero si nos mantenemos alrededor de la zona sin tomar posición podremos amplificar la zona para conseguir el doble de puntos. La partida de Amped tiene una duración de 10 minutos. Mientras que en Last Titan Standing como lo indica su nombre la idea es destruir la mayor cantidad de titánes enemigos hasta que no quede ninguno en el mapa, el equipo que logra ganar cuatro rondas se queda con la partida.

Conclusión

En una época en la que los FPS parecen dividirse en dos grandes categorías los que le dan importancia a la campaña individual o al multiplayer, Titanfall 2 ofrece una experiencia completa. Los desrrolladores recogieron el guante después de las críticas de la primera entrega y se superaron con creces, la campaña single player es una joya que sin dudas será tomada como inspiración por otros desarrolladores en el futuro, mientras que los pequeños cambios en el multiplayer lograron mejorar algo que en el juego anterior ya parecía perfecto.

Cómo un ave fénix que renace de sus cenizas Titanfall 2 aparece como un paquete perfecto repleto de acción y adrenalina, el juego consiguió lo que no pudo hacer su predecesor, poner las bases para el inicio de una historia de la que ahora no podemos esperar para jugar el próximo episodio.

About author

Francisco Espector

El Atari es el gran responsable de todo. Ex niño Nintendo y Sega Génesis, más tarde apareció PlayStation y acaparó todo (aunque la PC no se abandona). Con serias secuelas por las noches enteras encerrado en cybe-cafés por culpa del Age of Empires, Starcraft y CS Go.