Red Dead Redemption 2, el mejor juego de 2018 sin premio pero que fijó un nuevo estándar en la industria

0

No hubo en los últimos años otro juego que haya generado semejante expectativa, desde el 18 de octubre de 2016 (el día su anuncio oficial) en todas las convenciones y grandes eventos sólo se esperaban novedades del juego: Red Dead Redemption 2 (RDR2) estaba en camino. Rockstar se tomó un buen tiempo para anunciar la secuela de uno de las franquicias más queridas de la industria y con una buena razón, no había margen para el error. Red Dead Redemption fue un hito en la historia de los videojuegos y su segunda entrega no podía ser menos. Un pequeño retraso en su salida (anunciado en principio para 2017 y finalmente lanzado a fines de 2018) generó algo de preocupación, pero todas las dudas se disiparon cuando finalmente el juego vio la luz.

Sin embargo, y contra todos los pronósticos, no fue el ganador del Game of the Year Award, que quedó en manos de God of War. 

Podríamos pasar el día entero hablando sobre los increíbles detalles con los que cuenta un juego impresionante, que fue creado con la intención de marcar un nuevo estándar para la industria y poniendo la vara realmente muy alta. El nivel de precisión y cuidado con el que fueron se realizaron algunas características sale a relucir en detalles que en un principio suelen pasar desapercibidos, pero que precisamente por eso hacen que la experiencia sea espectacular. Y la gran novedad de poder vivir esta historia en primera persona con la nueva cámara FPS le agrega un matiz increíble de inmersión a la historia.

La experiencia de juego tiene etapas. Durante los primeros minutos los grandes paisajes, la historia, cada uno de los personajes y la dinámica entre ellos se lleva la mayor parte de nuestra atención.

Pero es cuando comenzamos a recorrer el enorme mapa, y cada una de sus diferentes regiones, que los pequeños detalles que dan vida al juego comienzan a resaltar y lo hacen aún más sorprendente. Los animales que huyen a nuestro paso, la vegetación, la iluminación, la animación del agua, el clima, el nivel de detalle de las armas (personalizables hasta el último detalle), el vestuario, las animaciones de movimiento tanto de los caballos como de los personajes y la forma en la que podemos interactuar con el mundo que nos rodea son detalles que iremos descubriendo poco a poco y que nos sorprenderán incluso después de tener muchas horas de juego recorridas.

Una historia digna de Hollywood

En los papeles Red Dead Redemption 2, que rompió récords de ventas, es estrictamente una precuela de la primera entrega de la saga. La historia se ubica 10 años antes de la primera entrega el año es 1899 y esta vez nos pondremos en las botas de Arthur Morgan, uno de los integrante de la banda de forajidos liderada por Dutch Van der Linde. Al igual que el resto de sus compañeros Arthur enfrenta el final de los tiempos para los de su clase, en un Estados Unidos que marcha hacia el progreso ya no queda lugar para los forajidos y las personas que quieren vivir fuera del sistema.

Si recuerdan algo de la primera entrega podremos encontrar varias caras conocidas (incluso la versión joven del protagonista de Red Dead Redemption: John Marston) y sobre todo no será una sorpresa lo que suceda en la historia ya que sabremos el destino de cada uno de ellos (no vamos a incluir spoliers pero recomendamos, al menos, hacer una recapitulación del primer juego para entender algunos guiños de RDR2).

La comunidad bajo el mando de Dutch está integrada por un grupo de coloridos personajes, cada uno de ellos aporta su granito de arena, y si nos tomamos el tiempo para conocer a cada uno de ellos se termina dando cuerpo a una narración repleta de historias.

Esta comunidad ambulante de forajidos (los famosos outlaws) se encuentra en plena huida de la ley y de otras bandas que los quieren muertos, y en ese mundo al borde del colapso, sumando la sensación de desesperación y lucha por supervivencia de cada uno de sus personajes lo que impregna al juego con cierto grado de tristeza y melancolía expresada de forma impresionante por Arthur y el resto personajes que lo rodean.

Red Dead Redemption 2 no es un juego que nos va a llenar de alegría cada vez que nos metamos en su mundo. Todo lo contrario. Nos mete de forma impresionante en el sombrío mundo del Lejano Oeste y las duras decisiones que debieron tomar las personas que lucharon por mantener vivo su sueño y su estilo de vida, a pesar del avance inexorable avance de la “civilización” que pondría fin a este modo de vida.

Arthur evoluciona a medida que avanzamos en la historia, cada capítulo, cada misión y cada decisión que tomemos nos revela un nuevo aspecto de su pasado que le aporta algo a su conflictiva personalidad, y hace que poco a poco las piezas caigan en su lugar.

Cada vez que el grupo se ve obligado a escapar y comenzar de nuevo las promesas de Dutch nos hacen recuperar la esperanza sobre el esperado final de esta vida de fugitivos, pero no pasa mucho tiempo hasta que los problemas alcanzan a la comunidad y nos devuelve a la realidad.

La historia es atrapante, el ritmo del juego no tanto, pero es precisamente ese ritmo lento casi depresivo lo que le da un matiz a una historia que sabemos que no puede tener un final feliz.

Mundo abierto y… ¡vivo!

No es novedad que  en Rockstar son expertos en dar vida a mundos abiertos increíbles, pero el nivel de detalle y complejidad que lograron en Red Dead Redemption 2 es de otro nivel. Sólo basta con quedarnos quietos el tiempo suficiente en cualquier sector del mapa y podremos observar cómo comienza a suceder cosas a nuestro alrededor, los animales y su comportamiento, personas que van de una ciudad a otra, todo nos da la sensación que somos parte de algo mucho más grande y no todo gira en torno a nuestro personaje.

El mapa está repleto de personajes y cada tanto nos encontraremos con sucesos inesperados con los cuales podremos interactuar o mantenernos al margen. Personas que necesitan de nuestra asistencia (la cual le podemos negar), ladrones intentando abrir una caja fuerta robada, incluso integrantes de grupos racistas intentando organizar sus reuniones (nada más gratificante que ver como la cruz los aplasta o los termina incendiando).

El mundo de Red Dead Redemption 2 está vivo y nosotros somos apenas una pieza dentro del engranaje, depende de cuanto queramos involucrarnos con todo lo que sucede a nuestro alrededor para meternos dentro de este mundo y qué tipo de persona seremos en él.

El inmenso mapa de Red Dead Redemption 2

El inmenso mapa de Red Dead Redemption 2

Un online excelente que promete seguir creciendo

Lo que pudimos probar en el reciente presentado modo online es más que prometedor, sobre todo porque las bases sobre las cuales trabajó Rockstar son muy sólidas. El resultado es un modo de juego que no es tan frenético como el GTA Online, pero tampoco tan lento como la historia principal del RDR2. Un verdadero parque de diversiones del Lejano Oeste en el que podremos hacer prácticamente lo que se nos antoje.

En este modo encarnamos un personaje que podremos editar a nuestro gusto y que recupera la libertad gracias a la ayuda de Jessica LeClerk que nos devolverá la libertad con una condición, vengarnos de la persona que mató a su marido y nos envió a la cárcel por un crímen que no cometimos.

En esta oportunidad comenzamos con el mapa completamente desbloqueado por lo que para los que no terminaron aún la historia podrán acceder a muchas de las áreas de la primera entrega.

Diseñado para jugar en forma individual o en grupos nos permitirá formar bandas, modificar nuestro asentamiento e incluso decidir si queremos permitir a los otros jugadores batallar por nuestras posesiones. Con una nueva serie de retos si decidimos jugar en forma individual nos emparejará en el momento con otros jugadores online para poder completar ciertas misiones y poder avanzar.

En este modo también regirá el sistema del karma y las bandas con un “buen karma” podrán interrumpir incluso las misiones de las bandas de “bandidos” y llevarlos ante la ley. Un toque interesante que le da algo más de realismo al modo online.

También cuenta con diferentes modos de juego además del Free roam, modos de enfrentamiento entre bandas e incluso un Battle Royale propio Make it Count en el que armados únicamente con un arco y flecha deberemos eliminar a todos los rivales en un mapa que se va haciendo cada vez más pequeño a medida que avanza el tiempo. Por último, Most Wanted es un nivel libre en el que cada jugador suma puntos al eliminar a los otros participantes con el objetivo de conseguir el mayor puntaje.

Red Dead Online está lejos de ser GTA Online, pero al tratarse de una Beta esta claro que Rockstar tiene planeado seguir mejorando y modificando cosas de este modo luego de recibir el feedback de los fans y por lo poco que pudimos probar en el comienzo todavía tiene mucho margen para seguir creciendo.

El éxtasis del oro: no todo lo que brilla…

Esta claro que RDR2 es un juego que marcará un antes y después en la industria, pero tiene varios detalles que podría mejorar. La movilidad de Arthur, el menú rápido y un esquema de controles poco amigable hace que se pierdan una gran cantidad de detalles del juego.

El menú rápido es una reinvención de la “rueda del GTA”, pero por momentos se vuelve una verdadera molestia. Al hacerlo lo más completo posible incluyeron demasiadas opciones y pestañas para ser un “quick menu”. Para elegir un objeto hay que mantener una serie de botones presionados simultáneamente y ante el menor desliz terminaremos consumiendo el tónico equivocado, o desenfundando el arma errónea lo que nos llevará a volver a abrir el menú y comenzar todo el proceso nuevamente.

Esto empeora cuando estamos apurados e intentamos manipular el menú en el medio de un enfrentamiento armado o arriba de nuestro caballo, el juego continúa su marcha (en cámara extremadamente lenta) pero si demoramos demasiado podemos sufrir graves consecuencias. Más de una vez me llevé por delante un árbol al no poder maniobrar el caballo y encontrar el maldito tónico lo suficientemente rápido.

Un robo a un tren debe ser algo rápido, hay que moverse velozmente entre los vagones para poder sacar la mayor ganancia posible.

¿Quién se iba a imaginar que el peor enemigo que encontraríamos sería un escritorio?

Sí, así como suena. Quedar atascado entre los muebles es algo frustrante (y pasa a menudo), la cámara tampoco ayuda y enfocar los objetos con los cuales podemos interactuar se convierte en una pesadilla, todo mientras tenemos a los alguaciles (o sheriffs) disparándonos. La forma que conseguimos minimizar este problema es utilizar la cámara en primera persona, esta nos da algo más de control sobre la movilidad de Arthur en espacios reducidos pero tampoco es de fiar.

En los viajes a campo traviesa también podemos toparnos con estos problemas de movilidad, nuestro caballo muchas veces tarda en responder a los comandos y es común terminar volando por los aires al estrellarnos con una piedra o un árbol (tuve que repetir varias misiones por ir disparando hacia atrás y toparme con un árbol o un salto inesperado).

Pero no es sólo con respecto a la movilidad, tampoco tenemos un accesos rápido a algunos detalles del juego como nuestro personaje o el caballo. Y en un juego ultra detallado en el que no comer durante varios días impacta en las estadísticas, que esto se encuentre casi escondido en un menú al que sólo podemos acceder desde el menú de pausa, hace que no le demos importancia y lo revisemos mucho menos de lo que tendríamos. Lo mismo sucede con los desafíos o el album donde queda registrado todo lo que vamos descubriendo del mundo, todo queda prácticamente escondido en el menú.

Conclusión

Red Dead Redemption 2 es uno de esos juegos que quedarán en la historia grande de la industria de los videojuegos. Un producto que traspasa la barrera de estigmatización que todavía guardan algunos para con “los jueguitos”. Es una gran muestra de lo que pueden conseguir las grandes compañías cuando se ponen un objetivo de alta calidad, y de lo que podemos esperar de aquí en adelante en el desarrollo de juegos AAA.

Pero no sólo el nivel técnico lo pone un escalón por arriba del resto, el aspecto creativo lo convierte en un juego memorable, la historia, el desarrollo de sus personajes y una historia devastadora lo convierten en un juego al que se le pueden dedicar cientos de horas y al que le seguiremos pidiendo más.

Por suerte ese vacío lo complementa un modo online que a primeras impresiones promete una expansión considerable a la historia. La conexión con la historia de la primera entrega que salió hace nada menos que 10 años nos da la pauta de lo que es Rockstar como compañía, una empresa que creció de forma exponencial y evolucionó durante todo este tiempo.

Y que, sobre todo, no pierde de vista su pasado, la relación que desarrolló con los jugadores y sus productos, y les devuelve esa fidelidad con un juego a la altura del estatus de “leyenda” en la que se convirtió la saga.

 

About author

Francisco Espector

El Atari es el gran responsable de todo. Ex niño Nintendo y Sega Génesis, más tarde apareció PlayStation y acaparó todo (aunque la PC no se abandona). Con serias secuelas por las noches enteras encerrado en cybe-cafés por culpa del Age of Empires, Starcraft y CS Go.