Imperator: Rome es uno de esos inmensos juegos de estrategia a gran escala que, a primera vista, pueden llegar a parecernos algo abrumadores. Especialmente para los que no teníamos mucha experiencia en el género. Pero hay buenas noticias: no hay nada que temer, porque, fiel a su estilo, Paradox nos presenta una hermosa maquinaria integrada por miles de engranajes que nos permite meternos de lleno en el surgimiento del Imperio Romano.

Los desarrolladores lograron unificar de manera sencilla las mecánicas que tan bien funcionaron en otras de sus series más famosas (los veteranos de Crusader Kings o Hearts of Iron se van a sentir como en casa) pero por sobre todo, consiguieron un juego que es amigable para nuevos jugadores que quieren ingresar al género o simplemente no tienen el tiempo y la dedicación para enfrentar un juego excesivamente complejo y con una curva de aprendizaje eterna.

Esta era mi primera experiencia con un juego de Paradox y llegaba con mucho respeto y algo de preocupación (por no decir pánico). Los juegos de estrategia son mi punto débil, debo haber dedicado meses de mi vida a este género, pero durante años no me atreví a jugar Crusader Kings 2, las advertencias que encontraba sobre su extrema complejidad, además de los altos requerimientos de tiempo y paciencia para completar un aprendizaje prácticamente eterno (que puede llevar desde semanas a meses) me ahuyentaban cada vez que un impulso me hacía agregarlo a la cartera de Steam. Pero algo cambió después de jugar Imperator: Rome, ya no tengo esa sensación que Paradox hace juegos extremadamente complicados, y si bien Crusader Kings 2 es un juego que más complejo, ya no parece inaccesible.

El Juego

El primer consejo que puedo darles antes de siquiera comenzar una partida es MIRAR TODOS LOS TUTORIALES oficiales del juego que tan amablemente nos ofrece en la pantalla de inicio, pueden parecer algo extensos o simplemente porque pensamos que no los van a necesitar, no importa, si nunca jugaron este tipo de juegos es obligatorio que lo hagan.

Comenzar una partida sin antes conocer los controles básicos y los datos a los que tenemos que prestar atención en el comienzo es como querer manejar una bicicleta con los ojos vendados, vamos a arrancar bien, creer que lo tenemos dominado, pero inevitablemente vamos a chocar con algo y va a ser doloroso.

Los personajes: ¿abrumado?

La economía y dinámica general del juego es muy similar al de Europa Universalis, mientras que la personalización de los personajes, dinastías y clanes es la que tanto elogios consiguió en Crusader Kings (aunque con muchisima menos profundidad). Esta unificación de mecánicas hace que el juego carezca de ese “algo” particular que lo distinga del resto, es cierto que la interfaz es completamente nueva y es excelente pero no alcanza.

El objetivo final del juego es pintar el mapa con tu color, dominar al resto de tus oponentes y crear tu propio imperio. Una misión atrayente que a medida que avanza su puede volver algo repetitiva.

A pesar de esto nunca faltan los imprevistos. Durante una partida con un clan de las Isla Británicas era cuestión de tiempo para que consiga unificar todos los territorios bajo mi dominio, pero una pequeña invasión bárbara desató un desastre que arruinó todos mis planes, tuve que enviar uno de mis ejércitos al norte, y esto dejó uno de los dos frentes de batalla desprotegido, cuando intenté cubrir la avanzada enemiga con el ejercito que me quedó disponible ya era muy tarde. Apenas unos meses después ya había perdido el control del 50% de mi territorio, la alianza entre los tres enemigos que quedaban en las islas me dejó prácticamente aislado y uno de mis tenientes aprovechó el momento para traicionarme.

Así de rápido pueden cambiar las cosas en Imperator Rome, cuando te relajas pensando que está todo bajo control una mala decisión, o algo imprevisto, puede cambiarlo todo (sobretodo cuando jugamos con civilizaciones pequeñas) cada partida es completamente diferente a la anterior y cada nación requiere el desarrollo de estrategias diferentes para conseguir nuestro objetivo. Esto es lo más entretenido que tiene para ofrecer el juego, los primeros momentos en los que comienzas a delinear las bases de tu imperio.

Conquista en Imperator Rome

Pero lamentablemente esto también se convierte en una contra, el gran objetivo del juego es la conquista y expansión y puede volverse algo repetitivo y monótono. La ausencia de profundidad en las relaciones interpersonales de los personajes, hace que el manejo de líderes y la economía del imperio se convierta en un “trámite”.

Es cierto que cada nación tiene una serie de objetivos para cumplir si se desea llevar, por ejemplo, a una tribu nómada y asentarla en una región específica, o modificar el tipo de gobierno actual, y no es algo malo si nos basamos en el componente histórico de cómo se manejaba la conquista imperial, pero se queda algo corto a la hora de darle cierto sentido e interés al jugador en el late game. Varias veces me encontré reiniciando la partida sólo por el hecho de probar una nueva civilización o estrategia antes de aburrirme expandiendo la que elegí durante siglos.

El Mapa: un espectáculo con vida propia cuidado hasta el más mínimo detalle

El mapa merece su propio apartado porque es una verdadera joya. Una territorio inmenso cuidado hasta el más mínimo detalle que lo convierte en un participante más de cada campaña. Comenzamos con una mirada casi general y a medida que hacemos zoom y nos metemos entre las nubes (una animación que no se van a cansar de repetir una y otra vez) el mapa comienza a cobrar vida.

Imperator Rome: el detalle del mapa

Cada civilización cuenta con sus propias características, tipos de construcciones, edificios característicos, embarcaciones, etc. Los accidentes geográficos suponen grandes obstáculos para movernos y si bien en un momento una cadena de montañas puede sernos útil para defendernos de un ataque, también puede transformarse en nuestra peor pesadilla al no permitir avanzar de forma eficiente a nuestros ejércitos. También desde estas zonas “peligrosas” del mapa brotan ejércitos bárbaros que nos darán más de un dolor de cabeza si no estamos atentos o nos confiamos demasiado, el mar tampoco es un lugar seguro ya que nos podremos encontrar con piratas que también nos pueden generar muchos problemas.

Conclusiones

Es un hecho que Imperator Rome no será el juego favorito de los jugadores más veteranos de las entregas de Paradox, incluso para algunos podrá parecer un juego “simple”, pero sin dudas este es uno de los títulos más importantes para la compañía ya que consigue a la perfección incluir y acercar el género de estrategia a gran escala a un público mucho más grande.

A los gamers (como yo) que siempre se sintieron atraídos por este tipo de juegos pero nos alejaba el enorme esfuerzo que significaba lograr entenderlos, y dominarlos, como para disfrutarlos es el juego perfecto.

Los cambios en al interfaz, la unificación de mecánicas que funcionaron bien en diferentes sagas lo convierten en juego a prueba de fallas, quizás falta ajustar detalles como por ejemplo la profundidad e interacción entre los personajes de cada facción, pero algo que caracteriza a Paradox es escuchar a los fanáticos por lo que esperamos (y ya lo anunció la compañía) varios parches con mejoras para el juego.

Así que si alguna vez sintieron intriga por el género de estrategia a gran escala no duden en comenzar por Imperator Rome, serán horas y horas de descubrimiento de un nuevo y fascinante mundo que los atrapará.