Hace unas semanas, Shigeru Miyamoto, padre de Super Mario, recibió una de las más altas distinciones en Japón. Ahora, como si le faltaran reconocimientos, recibió una nueva distinción, en este caso, en su ciudada natal. Es profeta en su tierra.

Da la casualidad de que Miyamoto es el primero de las cuatro personas que reciben esta distinción en la ciudad de Nantan, en la prefectura de Kioto, que lo convierte en un “ciudadano honorable”. Es además el único creativo del mundo de videojuegos con este premio, siendo el resto de compatriotas políticos y personalidades de la judicatura.

El autor de la saga The Legend of Zelda ha sido una de las personas más influyentes en la industria del videojuego y por ende, también uno de los japoneses que más han hecho por extender la cultura nipona más allá de las fronteras de su país. Esa es la razón por la que el gobierno japonés le concedió el galardón Persona de Mérito Cultural.

Miyamoto, junto a Yves Guillemot, CEO de Ubisoft

En aquel entonces el creativo de Nintendo destacó que este “no es un trabajo que se pueda realizar en solitario”, dando también protagonismo a todos los creativos que han contribuido a convertir a la empresa de Kioto en una de las más importantes del mundo”.