Los videojuegos también tienen su lado oscuro. O malo. O bizarro. Y entre esas bizarreadas no puede faltar la lista de peores juegos del año. Metacritic, una de las autoridades más grandes en esta materia, tuvo a estas víctimas, al menos hasta la mitad de 2019.

La lista se trata de los juegos que han obtenido una nota promedio más baja en medios internacionales. Y como dictan las normas de la propia página, sólo se incluyen juegos que hayan recibido al menos 7 análisis, para que la nota resulte más justa.

Acá están los 10 desafortunados títulos que han conseguido este “honor” en lo que llevamos de 2019. En la lista incluimos la plataforma que ha sido peor valorada por la prensa especializada.

Eden Tomorrow

Plataforma: PS4
Nota promedio en Metacritic: 52

Eden Tomorrow es un desarrollo exclusivo para el sistema de realidad virtual PSVR. Se trata de una aventura de ciencia ficción en primera persona, con una importante carga narrativa y que se apoya en la resolución de puzles. Pese a que cuenta con unos diseños interesantes, lo que arruina el juego por completo es que resulta repetitivo en sus puzles y un tanto inconexo en la parte narrativa. El ritmo de juego es lento, y nuestro acompañante lleva a resultar pesado.

Bannermen

Plataforma: PC
Nota promedio en Metacritic: 52

Basta con echar un vistazo a Bannermen para saber que se trata de un RTS (estrategia en tiempo real) clásico, con una ambientación medieval fantástica. Su principal problema es que no brilla en ningún apartado; resulta demasiado genérico en un género que está abarrotado de grandes exponentes. Lamentablemente, el juego también se ha puesto a la venta con numerosos bugs y errores, que por el momento no se han solventado con ningún parche.

Dance of Death: Du Lac and Fey

Plataforma: PS4
Nota promedio en Metacritic: 52

No se le puede negar una buena dosis de imaginación al planteamiento de Dance of Death. se trata de meter a dos héroes de la leyenda artúrica (Lancelot y Morgana) a la caza de Jack el destripador en el Londres de la época victoriana. El desarrollo es el de las aventuras gráficas tradicionales, “point and click”, pero de nuevo -como mucho de los juegos en esta lista de los peores de 2019- sufre por culpa de un apartado técnico poco pulido y errores en el diseño.

Vane

Plataforma: PS4
Nota promedio en Metacritic: 49

Es evidente que estamos ante un juego realizado por antiguos miembros del Team ICO: el control del personaje es clavado al de ICO, Shadow of the Colossus o The Last Guardian, y tenemos un botón para saltar y otro para “llamar”. Y la cámara… La cámara también es “muy Team ICO”: se mueve de forma lenta y pesada, se coloca automáticamente en la posición por defecto y resulta más un incordio que una ayuda, especialmente en las fases de vuelo.

Porque la particularidad, y probablemente el aspecto más interesante de Vane, es que el personaje protagonista puede convertirse en pájaro y surcar los cielos con libertad. De hecho la aventura empieza dejándonos volar sin rumbo, sorprendiendo con la extensión de su mundo desértico y la libertad que se nos brinda. No se nos indica adónde debemos dirigirnos o qué motivos nos han llevado hasta ahí; no hay texto en pantalla ni ningún tipo de indicador que nos indique el siguiente objetivo. Eso lo convierte en uno de los peores juegos de 2019 según las notas de Metacritic.

Modern Combat: Blackout

Plataforma: Nintendo Switch
Nota promedio en Metacritic: 49

La quinta entrega de la serie Modern Combat es un FPS bastante impresionante para móviles, pero cuando se trata de trasladarlo a consola, se queda muy corto. Carece de la profundidad y opciones de sus competidores, y el apartado visual no es tan efectivo cuando se traslada a una pantalla grande. También hay que reconocerle que se puso a la venta a un precio muy reducido, y que es el único exponente en el shooter bélico actual que existe por ahora para la consola de Nintendo.

Generation Zero

Plataforma: PS4
Nota promedio en Metacritic: 45

Generation Zero se desarrolla en un entorno helado, en que los hombres deben sobrevivir a la caza de unas peligrosas máquinas. Pese a que se trata de un buen punto de partida, la combinación entre juego de sigilo, shooter y supervivencia no está bien equilibrada y sólo consigue aburrirnos. Es sorprendente que se trate de un desarrollo de Avalanche Software, quienes nos han brindado juegos como Mad Max, Just Cause o Rage 2.

Fimbul

Plataforma: Nintendo Switch
Nota promedio en Metacritic: 44

Fimbul transcurre en un mundo fantástico, inspirado en la mitología nórdica. Es una aventura de acción “indie” con una propuesta interesante pero plagada de errores técnicos y que termina por volverse repetitivo.

Dollhouse

Plataforma: PS4
Nota promedio en Metacritic: 41

Un juego de terror en primera persona, con elementos psicológicos… no suena nada mal. Pero Dollhouse está plagado de bugs, y las mecánicas son muy repetitivas (de modo que los elementos de terror dejan de serlo). El apartado visual (con una dirección artística que toma elementos de cine negro) tampoco está a la altura.

Left Alive

Plataforma: PS4
Nota promedio en Metacritic: 37

Sobre el papel, se trata de un desarrollo interesante, cuando menos atractivo. Los problemas comienzan a la hora de jugar. Y ahí, como no sepas a lo que vienes, puedes acabar tirándote de los pelos. No es un juego fácil, permisivo o que ayude. Al revés: es un juego que castiga, y a veces de maneras que no son justas.

Left Alive deja en todo momento una sensación agridulce. Es evidente el potencial de todas y cada una de sus partes, pero la suma de todas ellas no termina de salir en positivo. Es como si Square-Enix no hubiera confiado en el proyecto, como si no hubiera apostado lo suficiente para terminar un trabajo que podía haber sido muy superior, ya no tocando su parcela técnica, sino con un equilibrio y unos reajustes distintos en su jugabilidad.

Eternity The Last Unicorn

Plataforma: PS4
Nota promedio en Metacritic: 45

Eternity es un RPG inspirado en la mitología nórdica que tiene el dudoso honor de ser el peor juego del año según las notas de Metacritic (entre los meses de enero y junio). El apartado gráfico está anticuado, faltan demasiados elementos por pulir, y sobre todo, opta por un sistema de cámaras fijas que lo hace injugable por momentos. El sistema de combate y las mecánicas tomadas de Dark Souls (con muy poca inspiración) no le hacen ningún favor.