La estrategia de Jair Bolsonaro para complacer (una vez más) a los gamers de Brasil

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Una publicación en el Boletín Oficial de Brasil (DUO), que es el principal instrumento de transparencia sobre las nuevas leyes y actos del gobierno federal, anunció, el martes 27 de octubre, la reducción de la tasa de impuestos aplicados a los dispositivos electrónicos de entretenimiento comercializado en el país.

La rebaja en las tarifas del IPI (Impuesto a los Productos Industrializados) ya se había hecho pública un día antes con un posteo del presidente, Jair Bolsonaro, en la cuenta que mantiene en Facebook.

A diferencia de lo que sucede en Argentina, con el decreto, el monto cobrado en consolas y máquinas de juegos en Brasil tendrá una reducción del 40% al 30% mientras que las partes accesorias tendrán un descuento del 32% al 22% en la carga tributaria que se cobra sobre el precio final del producto.

El recorte de impuestos en este nicho también afectó a los dispositivos con pantallas integradas, portátiles o no, que fue gravado con una rebaja que va del 16% al 6%.

Esta es la segunda medida para reducir los impuestos que gravan los videojuegos. El 10% menos que pagarán los brasileños por estos productos ya se aplicó el año pasado cuando las tarifas se redujeron del 50% al 40%.

Los gamers son la base de apoyo de Bolsonaro

La publicación de las nuevas políticas arancelarias complació no solo al hijo menor de Bolsonaro, Jair Renan (a quien llama “04” en la escala numérica que adopta para referirse a sus hijos), que es gamer, sino también la base electoral del presidente compuesta por forma masiva por jugadores, nerds, hackers y haters. Al menos eso es lo que muestra la investigación de la antropóloga brasileña Isabela Kalil, directora del Centro de Etnografía Urbana de la Fundación Escuela de Sociología y Política.

En el estudio realizado por ella, entre 2016 y 2018 con más de mil encuestados de este grupo político, los llamados “ciudadanos brasileños del bien” (gente de clase media, conservadores en cuestiones morales y que defienden el regreso de la dictadura) ya no son la base del sistema electoral bolsonarista. Nerds y gamers, identificados con la política de extrema derecha, se convirtieron en protagonistas de este juego ideológico junto a los militares.

Con gran popularidad entre los jóvenes a partir de los 16 años, el presidente Jair Bolsonaro encuentra apoyo en los jugadores hasta los 34 años.

Según la investigación de la antropóloga, cuya encuesta es la más completa realizada sobre el tema en Brasil hasta la fecha, el perfil de estos conservadores se concentra en foros restringidos, juegos online y cajas de comentarios en sitios de cultura pop “en los que es posible verificar declaraciones, tradicionalista e intolerante con personajes específicos del mundo de los juegos, el cómic y el cine ”.

Como especifica el estudio, los haters y trolls también pertenecen a este grupo solidario de Bolsonaro, que actuando de forma organizada suele realizar campañas de acoso online contra perfiles progresistas, feministas, lesbianas y gays.

Bolsonaro y la PlayStation. ¿Pasión o conveniencia?

Un ejemplo de esto es el #GamerGate, cuyo movimiento masculino para intentar bloquear la participación de las mujeres en los juegos y plataformas de juegos online en 2014, aún resuena en la política nacional.

“Este grupo fue uno de los principales responsables de difundir la imagen de Bolsonaro en su precampaña, lo que contribuyó considerablemente a su popularidad actual”, concluye la investigación académica.

Relación contradictoria

Este guiño presidencial a la audiencia de los fanáticos de los videojuegos no siempre fue positivo.

Años antes de los mensajes publicados por él en Twitter, saludando e interactuando con los “gamers en Brasil”, Bolsonaro afirmó que los videojuegos eran “un delito” y que era necesario “frenar lo máximo posible porque el niño no aprende nada”. Lo dijo durante una entrevista a un canal brasileño en 2013. 

Cuando el video circuló en Internet años después, el hijo del presidente y diputado federal, Eduardo Bolsonaro, dijo que su padre se refería solo a los “juegos violentos”.  

Contactada por OnlyGames, la oficina de prensa del Gobierno de Brasil no se pronunció sobre el asunto.

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Lauriane Agnolin

Periodista brasileña que adoptó el español como idioma oficial.