Nvidia comenzó a distribuir stocks de modelos antiguos de sus tarjetas gráficas, como la GeForce GTX 1050 Ti, lanzada en 2016, para responder a la elevada demanda actual de este hardware, que en la actualidad sufre debido a la escasez global de semiconductores y procesadores.

La compañía estadounidense confirmó en declaraciones a PC World la existencia de un “flujo y reflujo” en el suministro de modelos antiguos de sus tarjetas gráficas, como GeForce RTX 2060, lanzado en 2019, y GTX 1050 Ti, del año 2016.

Esta medida busca satisfacer la demanda actual del mercado, “que sigue siendo extremadamente alta”, según Nvidia, que destacó que los productos mencionados “nunca estuvieron fuera de su ciclo de vida” y que por tanto no están desfasados.

La compañía estadounidense presentó en el año pasado su última generación de tarjetas gráficas de gama alta, RTX 30, y desde entonces tuvo dificultades para garantizar el suministro de modelos de la serie. Este problemas afectó también a otros fabricantes de GPU como su competidor AMD.

Esta decisión se enmarca en un contexto global de escasez de suministros, que recientemente denunciaron otros fabricantes de la industria tecnológica como el de procesador Qualcomm. Ya afectó a la fabricación de vehículos de marcas como Ford, y podría extenderse al resto de dispositivos electrónicos.

Esta escasez global tiene su origen en la dependencia de la industria manufacturera de un pequeño número de proveedores de semiconductores procedentes de Asia, en especial de Taiwán, como es el caso de TSMC, Taiwan Semiconductor Manufacturing Company.