Joseph Deen no es un niño más de 8 años. Este jugador de Fortnite acaba de convertirse en refuerzo del equipo californiano Team 33, a pesar que todavía no puede participar en torneos que entregan premios en efectivo.
Según revelaron, la idea de sumar a Joseph Deen es “una apuesta a largo plazo”, y así parece por el contrato que le han ofrecido: unos 33.000 dólares, en un principio. Una cifra que lo deja como el segundo jugador de eSports profesional más joven de la historia.
Tyler Gallagher, líder y cofundador de Team 33, siguió los consejos de uno de los miembros de su equipo.
“Uno de mis ojeadores se puso en contacto conmigo y me dijo ‘conocí a un chico llamado Joseph que es exageradamente bueno’”, dice en un artículo publicado por BBC. Y agrega: “Así que empezaron a jugar partidas individuales todos los días. Después de un tiempo mi ojeador dijo ‘tienes que contratar a este chico, ¡si no lo haces tú otra persona lo hará!’”.
El acuerdo al que han llegado, que también incluye un ordenador de alto rendimiento, no estipula ningún tipo de horario fijo de juego o entrenamiento: “El contrato es para protegerle a él, en realidad. Puede echarse atrás cuando quiera y es totalmente flexible en sus términos”, dice Gigi, la madre de Joseph. “Es como si fuera un niño actor, en realidad, aunque ellos trabajarían más de lo que él está trabajando”.
Cabe recordar que Fortnite tiene una restricción por edades que no recomienda el juego a menores de doce años, pero eso no parece preocupar a la madre de Joseph: “He visto el juego y no creo que estemos haciendo nada malo. Él es un chico equilibrado, viene de buena familia y no le está afectando”, explica en el artículo.