La tradición y la originalidad son cláusulas petreas para los fanáticos de League of Legends, y Riot Games parece entender eso. Desde elegir precisamente a Imagine Dragons para cantar el tema oficial, apelando a la memoria afectiva de los jugadores más antiguos que vieron a Dan Reynolds iniciar la influencia musical a cada nuevo Worlds con ‘Warriors’ a finales de 2014, hasta un alcance masivo asegurándose de que cada rincón del planeta hablara sobre la serie, Arcane es una carta de amor de la desarrolladora a los más de 180 millones de jugadores activos y más de 600 millones que se han aventurado en Runeterra desde el lanzamiento del juego.

Conduciéndonos a través de las húmedas y violentas calles de Zaun y luego presentándonos la riqueza y prosperidad de Piltover, la serie también toca temas delicados que desangran cualquier sociedad fragmentada, como la delincuencia infantil y la desigualdad social. Y es precisamente en medio de eses pequeños delitos que Jinx, que antes era Powder, intenta demostrarle a su hermana mayor, Vi, que es lo suficientemente madura.

El trabajo de color realizado por el estudio Fortiche se encarga de marcar, de forma muy clara, los contrastes entre ambas ciudades que ya estaban unidas antes de la Guerra Civil que dejó huérfanas a los personajes. Mediante el uso de paletas oscuras, la transición de la escena ubica al espectador en el subsuelo de Zaun antes de la explosión de colores cálidos que subrayan la riqueza y organización de Piltover.

Además de la animación, que presenta nuevos personajes, el guión conserva el lore clásico de los campeones jugables de League of Legends que coprotagonizan la serie, como los personajes centrales, Ekko, Jayce, Caytlin, Heimerdinger y Viktor, al introducir sus historias personales preservando la integridad de lo ya conocido por el público al coser las líneas narrativas que se entrelazan a lo largo de los 40 minutos de cada episodio de esta expansión en estos tres primeros actos.

Pero es a través de las expresiones faciales que la serie nos conmueve pela sensibilidad y apela a los sentimientos humanos más genuinos, como el miedo, aflicción y los impulsos de coraje que tiene Jinx para intentar se encajar en el círculo de amistad de su hermana, y nos muestra que, fue precisamente por eso, que se convirtió en una excelente tiradora cuando entrenaba su puntería con objetos en movimiento.

Más allá del catálogo de Netflix, el ambicioso esfuerzo de Riot Games para hacer que este hito sea memorable para sus fanáticos también hace un guiño a la próxima temporada del juego. Con RiotX Arcane, los hexgates son tan importantes para navegar por el mapa como lo serán para Summoner’s Rift el próximo año, con la llegada de tres nuevos dragones elementales hextecs que deberán cambiar la dinámica dentro de la Grieta.

Con Arcane alcanzando una plataforma de transmisión masiva, más allá de las tradicionales para los gamers, se superó la barrera del nicho para que, finalmente, los juegos electrónicos reclamen su lugar entre los gigantes del entretenimiento al crear un sentido de pertenencia a una legión de fanáticos y presentar la lucrativa rentabilidad de la industria que, por mucho que genere millones de dólares para Riot Games, algunas cosas permanecen no teniendo precio, sino valor.