Los tiempos de paz parecen haber terminado entre Microsoft (Xbox) y Sony (PlayStation). Como parte del proceso de aprobación regulatoria de la comprar Activision Blizzard, el gigante tecnológico de Redmond salió al ataque de Sony al acusarlo de pagar por “derechos de bloqueo” para mantener los juegos de terceros fuera de Game Pass.
El argumento de la compañia japonesa fue que la compra sería anticompetitiva para PlayStation con un editor tan grande bajo el paraguas de Microsoft.
“La capacidad de Microsoft para continuar expandiendo Game Pass se ha visto obstaculizada por el deseo de Sony de inhibir dicho crecimiento”, dijo Microsoft en documentos presentados ante el regulador nacional de competencia de Brasil.
“Sony paga por los ‘derechos de bloqueo’ para evitar que los desarrolladores agreguen contenido a Game Pass y otros servicios de suscripción de la competencia”, reconocieron.
Hasta el momento no se saben cuáles fueron juegos o desarrolladores específicos, ni cuánto pagó Sony y con qué frecuencia lo hicieron. Pero esto se asemeja a una práctica conocida por ambas empresas: pagar por exclusividad para mantener un juego fuera de una plataforma rival por un período de tiempo.
Sin embargo, esta acusación se siente como una escalada en una batalla inminente. Los analistas de mercado aseguran que un proceso “normal” podría ser una especie de “guerra de ofertas” entre Sony y Microsoft sobre qué juego llegará a PS Plus o Xbox Game Pass.
En cambio, Microsoft dice que Sony solo está pagando a los desarrolladores para que no vengan solo a Game Pass , lo que aparentemente significa que el juego se vendería por el precio completo en los ecosistemas de PlayStation y Xbox. Tampoco se siente fuera de lugar para Sony, que se sabe que cobra a los desarrolladores para que el juego cruzado pueda implementarse utilizando el ecosistema de PlayStation.