El legendario desarrollador japonés Hideo Kojima, creador de la saga Metal Gear y la mente detrás de Death Stranding, sorprendió a sus seguidores este jueves con un tuit en el que revela su entusiasmo por El Eternauta, la flamante serie argentina que se estrenó en Netflix.

I binge watched 3 episodes of “The Eternaut.” This is really good❄️ pic.twitter.com/ftGSjCJjjK

— HIDEO_KOJIMA (@HIDEO_KOJIMA_EN) May 2, 2025

“Me vi tres episodios de The Eternaut. Es buenísima ❄️”, escribió Kojima en su cuenta oficial, junto a una imagen de la serie y el característico emoji de copo de nieve, un guiño directo al fenómeno climático mortal que atraviesa la historia.

La reacción no tardó en viralizarse: en pocas horas el posteo superó las 260 mil visualizaciones, con miles de interacciones de fanáticos de ambos universos.

Y no es para menos: El Eternauta es una obra de culto de la historieta latinoamericana, escrita por Héctor Germán Oesterheld y dibujada por Francisco Solano López, que ahora llegó al streaming global con Ricardo Darín en el rol de Juan Salvo, el héroe atípico que intenta sobrevivir con su familia y vecinos en una Buenos Aires nevada por una invasión alienígena.

¿Juan Salvo o Sam Porter Bridges?

Ricardo Darín le da vida a Juan Salvato, el protagonista del Eternauta.

Lo curioso —y potente— del tuit de Kojima es que no sólo demuestra interés por una historia profundamente local, sino que revela un vínculo temático con su propia obra. Juan Salvo, el protagonista de El Eternauta, es un hombre común que debe enfrentarse al apocalipsis, no por gloria personal, sino por amor, humanidad y resistencia. Algo muy similar al recorrido emocional y existencial de Sam Porter Bridges, el personaje de Norman Reedus en Death Stranding.

Ambos atraviesan paisajes devastados, cargan con la esperanza de reconstruir una red (familiar o humana), y se convierten, sin buscarlo, en símbolos de algo más grande.

Norman Reedus encarna a Sam Porter Bridges en Death Stranding.

El traje protector, las caminatas solitarias en medio del frío, y ese concepto de “conectarse” en medio del aislamiento, acercan a El Eternauta y Death Stranding de una forma que Kojima, sin decirlo del todo, parece haber intuido.

¿Fanatismo de autor o simple admiración por una obra potente? Quizás un poco de ambas. Lo cierto es que si El Eternauta ya era una joya del cómic argentino, ahora se ganó un lugar especial en el radar global del entretenimiento.