El estudio Blizzard sorprendió a todos este jueves al anunciar que se hará dueño de los derechos de autor o de los Custom Games basados en su videojuego Warcraft III: Reforged, es decir, los juegos personalizados desarrollados por los propios usuarios basados en su videojuego de rol, como sucedió en el pasado con títulos que acabaron siendo independientes como DOTA.

El desarrollador estadounidense actualizó recientemente las políticas de uso de los Custom Games, en las que ya explicaba que estos juegos, a pesar de ser creados por los jugadores, “serán propiedad única y exclusiva de Blizzard” al usar el editor creado para Warcraft III.

En este mismo apartado de propiedad el estudio ahora especifica que los usuarios le ceden sus derechos de forma completa, “incluyendo pero no limitándose a cualquier derecho de autor por el contenido” de uno de estos mods.

Esta modificación en sus políticas llega después de que Blizzard viera cómo a raíz de la comunidad de modders de Warcraft III creó con su editor de mapas una versión personalizada que se convirtió en el videojuego DOTA (Defense of the Ancients), precursor del género Multiplayer Online Battle Arena (MOBA).

En 2010, el estudio Valve registró su videojuego DOTA 2 y, tras una batalla judicial, en 2012 recibió el permiso de Blizzard para utilizar el nombre en su videojuego DOTA 2, lanzado este mismo año. Este mismo también fue la base de otros videojuegos del género como League of Legends, del estudio Riot Games, el título popular en esports.

Blizzard lanzó este miércoles la versión en formato digital de su videojuego Warcraft III: Reforged, una “nueva y completa” versión de su juego clásico de estrategia en tiempo real, según el estudio. Este juego combina el Warcraft III: Reign of Chaos original y su expansión The Frozen Throne.