Crash Bandicoot 4: It’s About Time: una entrega que apuesta por la renovación sin dejar de lado a la nostalgia

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Con tan solo nombrar a Crash Bandicoot recordamos aquellos tiempos en los que podíamos pasar largas horas delante de una televisión conectada a la decenas de cables y su particular transformador. Para cualquiera que viviera aquellos días, el juego de Activision es sinónimo de calidad y diversión. Pero dejando de lado la nostalgia que pueda darnos, la trilogía original gozaba de una espectacular puesta en escena, una complejidad soberbia, y pura diversión.

Tras alcanzar las 10 millones de copias con Crash Bandicoot N. Sane Trilogy, desarrollado por Vicarious Visions, Activision quiso ir por más con el estudio Toys for Bob (Spyro Reignited Trilogy) que se encargó de relanzar con éxito una franquicia que superó todas las expectativas.

La excelencia audiovisual

Siempre hay que tener en cuenta que esta franquicia fue diseñada en los años 90. Sin embargo, la forma en la que se interpretó Crash Bandicoot 4: It’s About Time fue realmente un éxito, para los años que corren, se logró algo muy sobresaliente: los personajes están creados y definidos de forma correcta, los escenarios so estupendos y se puede interactuar con todo los que nos rodea. Este título lo probamos en la versión estándar de PlayStation 4 y luce muy bien. 

Con respecto al apartado sonoro, esta cuarta entrega posee temas característicos de las anteriores ediciones, pero también creó los suyos y son bastantes pegadizos. Como suele ocurrir con muchísimos juegos, cumple con su función de acompañar.

Los tres tiempos en un mismo juego: pasado, presente y futuro

Como era de esperar, Crahs Bandicoot 4: It’s About Time comienza donde culminó la tercera entrega: tenemos que asistir con Crash (como una especie de tributo) a la fuga de Neo Cortex y del Doctor N. Tropy de la prisión dimensional donde se encuentran confinados. Esto provoca una gran ruptura en el “espacio tiempo”, lo que acaba por crear agujeros dimensionales.

Ni bien culminó la presentación, Crash y Coco estarán obligados a recuperar las máscaras cuánticas con la intención de restablecer el orden en el universo.

La trama del videojuego se centra en ponernos en contexto a todos los personajes y escenarios que tendremos que atravesar.

Con más de treinta niveles disponibles (cada uno es más difícil que el anterior, lo que lo hace muy desafiante), nos encontraremos a ciertos “jefes” de cada sección y se suman fases extras con otros personajes que son opcionales.

Crash recibe un gran cambio a la realidad

Una de las mejores decisiones que tomó Activision fue contratar a Toys for Bob, porque nació en una época donde el 3D de a poco estaba dando sus primeros pasos. 

El control de Crash se siente muy delicado, tiene movimientos más naturales tanto en sus saltos, como a la hora de caminar y correr. Todos los personajes se manejan de una forma sobresaliente, extraordinaria, y eso se pudo ver en la demo del juego.

Aunque también el título recibe con los brazos abiertos la herencia de las entregas anteriores, sobre todo en la perspectiva de la cámara que enfoca a Crash desde la espalda. Es más, se puede ir rotando la cámara en ciertas ocasiones con el otro analógico. 

Crash Bandicoot.

También entran en juego las máscaras cuánticas; que nos permiten realizar ciertas acciones y superar obstáculos que a simple vista parecen muy complicados. Principalmente con estas máscaras se puede relentizar el tiempo, hacer que lo material salte entre dimensiones, invertir la gravedad, o incluso convertirnos en un torbellino capaz de superar distancias largas.

El diseño de cada uno de los niveles está enfocado en reforzar estas mecánicas que mencionamos anteriormente, esa “pizca” de presente y futuro se puede notar y hace que sea estupendo.

Cada uno se siente único y cada sección parece haber sido diseñada con mucho criterio, por lo que en ningún caso sentiremos que estamos repitiendo niveles o mecánicas.

No todo es Crash Bandicoot

Como se pudo observar en el gameplay del videojuego, la cuarta entrega trae nuevos personajes. Al plantel ya conformado por los habituales Crash y Coco se le suman Dingodile, Tawna y Neo Cortex. Cada uno de ellos posee unas mecánicas únicas que nos permiten afrontar las diversas situaciones con las que nos vamos encontrando.

Por ejemplo, Dingodile tiene un fusil succionador capaz de atrapar las cajas y los barriles explosivos, que utilizaremos para poder seguir camino, y al mismo tiempo es capaz de volar por unos segundos utilizando este mismo proyectil; Tawna va equipada con un látigo con el que puede agarrarse a ciertas zonas y literalmente se puede ir por todo el escenario, además de poder castigar a los enemigos con él; Neo Cortex utiliza una pistola con la que puede transformar a los enemigos en plataformas sólidas o bien plataformas elásticas para rebotar, y además cuenta con un dash para poder llegar a ciertos lugares, que sin eso no se podría lograr.

Cada uno de los personajes cuenta con niveles únicos, especialmente diseñados para ellos, con los que sacarle partido a las habilidades.

La dificultad también fue renovada

La cuarta entrega cuenta con dos opciones de juego: clásica y moderna. La primera y conocida, donde contamos con un número limitado de vidas, las cuales se van gastando a medida que morimos. Una vez que se agotaron, se reinicia el nivel automáticamente.

Sin embargo, le agregaron una que es más accesible que se llama Moderna. En ella podemos morir tantas veces como haga falta, ya que siempre regresaremos en el último punto de control alcanzado. Un dato no menor es que el juego nos recuerda continuamente cuantos intentos vamos haciendo.

Esta dificultad, que en principio puede parecer un paso atrás con respecto a lo conocido, acaba por comprenderse de forma correcta hacia el final del juego.

Un juego al que hay que dedicarle tiempo

Según se vayan desarrollando los mundos, iremos encontrando niveles donde toca enfrentar a algún jefe. Estos son más bien transiciones, y no suponen un desafío demasiado elevado, y aunque son muy entretenidos y poseen mecánicas originales, comparados con la dificultad de algunas zonas terminan siendo fáciles.

Además de los niveles tradicionales hay que sumarle los subniveles de reto: los veteranos de la saga recordarán estos subniveles por ser un desafío adicional dentro de los propios niveles.

Estos se encuentran diseminados por el interior de los propios niveles y están representados como una plataforma, en la que han dibujado un interrogante. Son los más complicados del juego. Algunos de ellos nos llevará bastante tiempo poder superarlos.

El juego cuenta además con varios modos extra dentro de la propia historia, como el modo inverso, que nos permite volver a jugar los niveles pero en modo espejo. Por supuesto no puede faltar el modo contrarreloj, que nos propone superar los niveles en un tiempo delimitado y competir con los tiempos de otros jugadores.

Por los escenarios además podemos ir encontrando una serie de cintas que nos facilitarán el acceso a unas fases especiales llamadas “recuerdos”, donde nos tocará enfrentar una serie de desafíos que interpretan ciertos experimentos realizados en el pasado y que ponen en contexto al propio Crash.

Y finalmente tenemos la recolección de ítems, como puede ser recolectar todas las cajas de los escenarios, o las gemas, las cuales conseguimos superando una serie de requisitos a lo largo de los niveles.

Coco, la compañera de Crash Bandicoot.

Algo muy novedoso es que se añade un modo de juego local, el cual nos permite jugar con otra persona de un modo tradicional, es decir, pasando el control después de morir. A continuación este empezará a jugar con su propio contador.

Y finalmente, el título añade un modo en línea, donde pueden competir y cooperar hasta 4 amigos en el modo Bandicoot Battle, donde esos jugadores podrán competir por ver quién llega antes a la meta o quien consigue más puntos destrozando cajas.

El regreso de un gigante a lo grande

Crash Bandicoot 4: It’s About Time ofrece una de cal y otra de arena; por un lado, los primeros mundos se sienten más fáciles de lo habitual, pero con el pasar de los niveles, alcanzaremos ciertas fases que parecen un infierno. Al mismo tiempo esto da la impresión de tener una curva de aprendizaje más tenue y llevadera, por lo que creemos que es un acierto y que será de gran ayuda para esos jugadores que jamás jugaron el videojuego.

El título no solo cuenta con los condimentos de la propuesta original, si no que la mejora y la eleva a los tiempos modernos. Además, está bien equilibrado, por lo que aquellos que nunca antes jugaron a la trilogía original lo podrán hacer sin problemas. Es un juego extenso, lleno de contenido variado, artísticamente maravilloso, y todo un tributo a una franquicia que marcó a varias generaciones de jugadores.