“Si no puedes contra ellos, destrúyelos”. O al parecer, esa es la estrategia que Nintendo está aplicando contra los sitios web que ofrecen ROMs de sus juegos para evitar que se disperse la posibilidad de jugarlos por fuera de una consola oficial de la compañía nipona: una demanda por más de 100 millones de dólares.

Una estrategia difícil, si se considera la cantidad de sitios que hay con emuladores. Pero no menor, si se tiene en cuenta el tremendo éxito de la versión classic de la NES y la SNES, además de la posibilidad de que haya virtual console para Switch.

De esta manera, Nintendo está dispuesta a derribar los planes de algunos portales que, en rigor, serían ilegales. Los operadores ofrecen juegos de la firma de manera gratuita. Lo primero que hizo Nintendo fue presentar una demanda contra el máximo responsable de dos los sitios más populares que ofrecen ROMs de Nintendo: LoveROMS y LoveRETRO. De hecho, esta última fue dada de baja durante las últimas horas.

Love Retro, fuera de servicio

La compañía japonesa llevó a dos de estos portales ante los tribunales. Esto se ha llevado a cabo por medio de una demanda a estos dos sitios por infracción de los derechos de autor y marcas registradas. Se piensa que ambos sitios son operados por Jacob Mathias y su compañía Mathias Design, donde se ofrece acceso a una amplia variedad de ROMs, incluyendo muchos juegos de la firma demandante, Nintendo.

En la denuncia, Nintendo estipula que “los sitios web de LoveROMs y LoveRETRO se encuentran entre los más conocidos centros online para juegos pirateados. A través de estos portales los demandados reproducen, distribuyen, y exhiben públicamente un asombroso número de copias no autorizadas de videojuegos de Nintendo, todo ello sin el permiso de la compañía”.

LoveROMS, una de las principales páginas con emuladores online

El problema es que además de los juegos protegidos por derechos de autor, estos sitios también distribuyen software que utilizan logotipos y personajes de la marca registrada, todas ellas operaciones que Nintendo considera profesionales que se benefician de económicamente de sus trabajos.

Por esto, solicitan daños por 150.000 dólares por cada juego infractor de Nintendo y hasta 2 millones por cada infracción de marca registrada, lo que supondría la asombrosa cifra de unos 100 millones de dólares de multa.