Resident Evil 2 Remake: un exquisito revival para los de los 90 y una puerta de entrada al survival horror para los nuevos jugadores

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La comisaría de Raccoon City, la ciudad ficticia donde transcurre el videojuego Resident Evil, es uno de los escenarios icónicos de los videojuegos de finales del siglo XX. Aquellos que hace veinte años agarraban con temor el joystick de la ya vieja y primera PlayStation mientras recorrían sus estrechos pasillos llenos de zombis, hoy todavía se estremecen con la idea de revivir lo que sucedía en ese edificio. Y la remake del juego revive ese sentir a la perfección.

La compañía japonesa Capcom no sólo volvió a posicionar el olvidado género del survival horror, sino que también potenció como pocos un título de culto para la nueva generación de jugadores de PlayStation 4, Xbox One y PC.

A diferencia de lo que suele ocurrir muchas veces en el cine, este Resident Evil 2 es una remake que supera a su versión original. Si bien en esencia el juego es el mismo que hace veinte años, básicamente, la lucha de Leon Kennedy y Claire Redfield en su intento de escapar con vida de una comisaría situada en medio de un apocalípsis zombi, la experiencia de juego se siente fresca y reinventada.

Gráficos renovados, detalles escalofriantes

Lo primero que llama la atención es el renovado apartado visual, un despliegue gráfico espectacular que aprovecha y exprime la potencia de las actuales consolas, o de una PC a la altura. Desde las primeras escenas cinematográficas del juego, como la que sucede en la gasolinera (o estación de servicio), se puede constatar que efectivamente es la misma historia, pero sustancialmente mejorada.
El modelado y las animaciones de los personajes, el alocado nivel de detalle de los zombis y las terroríficas criaturas del juego (lickers y perros zombis, por ejemplo), la tenebrosa iluminación y los miles de detalles que aparecen en cada rincón de la comisaría, no hacen más que decorar un acabado gráfico del cual Capcom solo puede recibir elogios.

Pero este Resident Evil 2 no se trata solamente de una evolución a nivel tecnológico. La clave del juego dirigido por Kazunori Kadoi y Yasuhiro Anpo fue lograr encontrar el equilibro justo entre respetar la idea original -con sus clásicos puzzles y la gestión del inventario- y actualizarla para los tiempos que corren.

Espíritu de los 90, gameplay y mecánicas del siglo XXI

A diferencia de lo que sucedía en el título original, el jugador no tiene que lidiar con las pobres perspectivas que ofrecían los fondos en dos dimensiones de la época; ahora puede moverse con total libertad y fluidez por cualquier parte de los escenarios gracias a la cámara libre. Esto también se aplica al momento de ingresar en las diferentes habitaciones de la comisaría, uno de los momentos de mayor tensión del juego, ya que nunca sabías el peligro que podía encontrarse del otro lado. Sin dudas, la implementación de una nueva perspectiva y el hecho de que el jugador pueda moverse con soltura cambia casi por completo toda la jugabilidad.

Por otra parte, también hay aspectos en los que el juego que se mantienen inalterable tras 20 años de su lanzamiento y el caso más claro son los  rompecabezas.

Esta remake sigue la tradición de recolectar llaves, cetros, joyas, tarjetas y medallones que en los juegos actuales parecen una práctica obsoleta. Sin embargo, lejos de desentonar resultan la excusa perfecta para que el jugador tenga que moverse de un lado a otro entre los diversos pisos de la comisaría de Raccoon City. Lo de Capcom no se trata únicamente de recuperar un elemento esencial del juego, si no sería lo mismo sin sus puzzles de la vieja escuela.

Otro dato a tener en cuenta de Residen Evil 2 es la gestión del inventario. Este sistema le demandará al jugador una meticulosidad pocas veces vista en los títulos actuales y que veinte años después sigue funcionando. A pesar de todas las dificultades, esta característica le aporta al jugador una sensación de control total sobre la administración de las armas, municiones y artículos médicos que no abundan y que sirven para reponer la salud del protagonista.

Al igual que Leon o Claire, los zombis también son parte fundamental de la historia. La epidemia desparramada por la inescrupulosa compañía Umbrela en Raccoon City nos trae esta vez muertos vivos más reales, con más detalles y mayor resistencia. Para tumbarlos hará falta buena puntería y más de un disparo a la cabeza. También es posible optar por otras estrategias, como disparar a las piernas para que caigan al suelo. Los desmembramientos están a la orden del día casi tanto como el poco disimulo de Capcom a la hora de jugar con el gore más salvaje.

Conclusiones: bueno para los oldies, pero también para los rookies

Resident Evil 2 sigue con su fórmula del terror intacta gracias a la cuidada representación visual de su mundo y sus criaturas, transmitir esa sensación de agobio constante a través de sus mecánicas de juego, pero no hay que olvidar aquello que verdaderamente aterroriza y que es una marca indeleble del juego: el sonido. Si la experiencia sin auriculares colma las expectativas, el hecho de utilizarlos genera una sensación de inmersión total, como el caso de escuchar pasos a nuestra espalda; y este es otro los puntos clave en los que Capcom no escatimó en recursos.

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Para conseguir que este retorno a la comisaria de Raccoon City se haya convertido en un éxito en ventas -superó las 4 millones de copias en su primer mes- tanto para la nueva generación de gamers como de los veteranos, Capcom implementó tres niveles de dificultad que intentan adaptarse tanto a aquel jugador sin experiencia en la saga, mientras que mantuvo la posibilidad de encarar el juego como Leon o Claire.

En total, Resident Evil 2 puede alcanzar las 20 horas de duración, un tiempo considerable para desarrollar su ya conocido argumento. Para los incansables, además, le sumaron en febrero un contenido extra gratuito llamado Ghost Survivors, con cuatro nuevas historias y personajes.

En definitiva, el videojuego remake de Resident Evil 2 consigue un buen equilibrio entre el respeto por la esencia de un clásico que supo llegar con el mismo éxito al cine y esta propuesta superadora, tanto en el apartado visual como sonoro, que lo convierten en el nuevo exponente del género de horror de las consolas modernas.

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Diego Martin Marmol

Milenial imbuido por los videojuegos desde temprana edad. Soplé cartuchos de SNES y SEGA como vos y deje gran parte del sueldo de mis padres en largas jornadas de Counter Strike en cybercafés. B-4-3, B-1-4, HE y Flashbang, el resto sobrá.