Tres estudios se unieron para Call of Duty Black Ops Cold War, la entrega de 2020 del popular FPS bélico, que estará ambientada a principios de los años 80, durante la Guerra Fría: saldrá el próximo 13 de noviembre.

Call of Duty Black Ops Cold War se presentó, así, dentro de Warzone, el Battle Royale de la saga de Activision. Y ya pudimos ver cuáles son sus principales armas.

Activision contó con el trabajo de Treyarch (estudio centrado en el multijugador), Raven Software (campaña) y Beenox (desarrollo de la versión de PC) para desarrollar una entrega muy ambiciosa, que se enfrenta a nuevos retos.

¿De qué nuevos retos hablamos? En primer lugar, una parte del desarrollo ha coincidido con el confinamiento por coronavirus, lo que alteró la agenda de trabajo de los tres estudios. Además, Call of Duty Black Ops Cold War será el primer juego de la franquicia que se lance para las consolas de nueva generación, PS5 y Xbox Series X, junto a las actuales.

También es un juego que debe mantener la sinergia con Call of Duty Warzone (el free to play de enorme éxito que arrancó con Modern Warfare) y tiene la difícil tarea de estar a la altura de la estupenda entrega del año pasado.

Te damos la bienvenida al borde del abismo.

Prepárate para Call of Duty®: #BlackOpsColdWar. Lanzamiento el 13 de noviembre. pic.twitter.com/ZXY6Fyrq3d

— Call of Duty España (@CallofDutyES) August 26, 2020

La historia

Lo primero que tenemos que aclarar es que no se trata de un “reboot” de la saga, sino de una secuela, que transcurre a principios de los años 80, y se sitúa tras el primer Black Ops de 2009. Dan Bunting, de Treyarch ha explicado que se trata de un momento perfecto, ya que existe un “hueco” entre el final de Black Ops en los 60 y los niveles en el presente de Black Ops II. De modo que todos los juegos de la saga siguen siendo canónicos.

La historia de nuevo está basada en hechos reales, y gira alrededor de las operaciones encubiertas que se desarrollaron por todo el mundo en nombre de la CIA. Es una historia que ha partido de Raven Software, y que está escrita por David S. Goyer (guionista de Black Ops II, y cuyo trabajo hemos disfrutado en películas como El caballero oscuro o Terminator Destino Oscuro).

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En esta ocasión, nuestro objetivo es detener a un espía soviético (nombre en clave: Perseus), que está operando tras las líneas, y que planea ejecutar un plan para desestabilizar por completo a los Estados Unidos. Perseus estuvo detrás de robo de papeles del proyecto Manhattan (la producción de las primeras armas nucleares durante la Segunda Guerra Mundial) y también prestó apoyo al Viet Cong durante la guerra de Vietnam. Un desertor de la KGB informó a la CIA de que Perseus volvió a activarse, y planea un golpe definitivo en suelo americano.

Como podéis ver, se trata de un argumento muy en línea con los juegos anteriores (operaciones encubiertas de la CIA, espionaje, viajes por todo el mundo, agentes dobles…) en que volveremos a encontrarnos con viejos conocidos como Frank Woods, Alex Mason, Hudson… y personajes históricos como el presidente Ronald Reagan. Pero la campaña de Call of Duty Black Ops Cold War va a sacudir los cimientos de la saga.

Una campaña llena de novedades

Parece complicado innovar en la campaña de Call of Duty, después del éxito que arrastra la saga con cada entrega anual, y sin embargo, Cold War arriesga desde el comienzo. En lugar de ponernos a los mandos de un héroe definido, tendremos la posibilidad de configurar nuestro protagonista. No se trata de un editor al uso, sino de elegir una serie de características que afectarán ligeramente al desarrollo. Podemos escoger el sexo, el tono de piel, la organización a la que pertenece (miembro de la CIA, el MI6 británico o desertor del KGB), y también su perfil psicológico. Quizá este es el aspecto que más nos llama la atención, porque no son iguales las reacciones de un profesional, un lobo solitario, un personaje inestable o un paranoico…

También se ha dado un paso de gigante en cuanto a la libertad de juego. Por una parte, Raven incorpora misiones secundarias que se desbloquean al encontrar piezas de inteligencia en los niveles, y que añaden una nueva perspectiva sobre la misión principal. Y también nos encontramos con una serie de decisiones que alterarán el curso de los acontecimientos. Si, este es el primer Call of Duty que contará con diferentes finales según las opciones que hayamos tomado.

Aún hay más. Nos han mostrado dos tipos de niveles abiertos, que se alternan con los clásicos escenarios “dirigidos” en los que priman el combate, las persecuciones y secuencias de acción cinematográfica. El primero de estos niveles transcurre en la sede de la KGB en el famoso edificio de Lubianka. No sólo tenemos libertad para explorar el complejo, como un agente encubierto, sino que existen diferentes maneras de resolver una misma situación. En la demo se nos ha mostrado la posibilidad de envenenar a un objetivo, sobornarlo, hacerle chantaje o robar sis documentos, y cada una de ellas requiere que llevemos a cabo una serie de objetivos.

El segundo nivel abierto transcurre en la mente de uno de los nuevos personajes de juego, el agente Russell Adler de la CIA. En este nivel recordamos una batalla durante la guerra de Vietnam, y tenemos la posibilidad de recorrer diferentes caminos alternativos moviéndonos entre los campos de arroz, la jungla y viejas construcciones. Como en otros niveles clásicos de la saga Black Ops, también hay elementos paranoicos, como la repetición de zonas, puertas de búnker que aparecen frente a nosotros, suelos que se desmoronan bajo nuestros pies…