Konami apostó fuerte en esta nueva entrega del PES 2019 y nos trae un juego muy bien logrado. Los gráficos, la iluminación, los estadios, el flujo de juego y las animaciones están en uno de los puntos más altos de la saga que desde hace algunos años viene corriendo de atrás en la lucha por ser el mejor juego de fútbol del mundo digital. Pero hay que dejar algo en claro desde el comienzo, si bien con respecto a la jugabilidad, gráficos y detalles el PES puede aspirar a pelear mano a mano con el FIFA, cuando nos metemos en profundidad y analizamos los modos de juego online, contenido y licencias pierde por goleada.
El PES 2019 tiene un objetivo claro y es ser el mejor “simulador” de fútbol, recuperar la gloria y la mística de las primeras entregas del Winning Eleven y en eso pocos le pueden disputar el título. La compañía nipona comenzó a sacarle el juego al motor gráfico Fox Engine y la iluminación dinámica del sistema Enlighten realmente nos da la sensación de realismo y paso del tiempo durante los partidos. La IA de los jugadores es impecable, los movimientos de los equipos, la reacción ante la fatiga y las opciones a la hora de definir las estrategias son cada vez más detalladas, específicas y se siente que los cambios que realizamos a niveles tácticos tienen un efecto significativo en los movimientos del equipo y como estos se desenvuelven en el campo.
Los relatos fueron otro de los puntos en los que se puso el foco para esta versión. La enorme cantidad de opciones para cada región deja en claro el objetivo de la compañía de brindarle la mejor experiencia a los usuarios. En Latinoamérica podremos encontrar los comentarios de Rodolfo de Paoli y Diego Latorre (Argentina), Claudio Palma y Aldo Schiappacasse (Chile) y Christian Martinoli y Luis García (México). En esta edición los comentarios de Rodolfo de Paoli y Diego Latorre van en mejor sintonía con lo que pasa en el campo y se nota la mejoría con respecto a la versión del año pasado como el propio de Paoli nos comentó en la presentación del juego.
El modo de juego que recibió la mayor cantidad de cambios (sino todos los grandes cambios en esta edición). La gran novedad es la modificación en el sistema de manejo de jugadores, ya no hay sólo balones y los jugadores llegarán en paquetes de a cuatro que podremos mejorar de nivel a base de jugar partidos o entrenarlos para conseguir la mejor versión de cada uno. Ahora resta esperar que se sumen más opciones de torneos y modos de juego online para poder analizar hasta donde puede llegar este modo.
A los problemas de la falta de competencias en modo de juego online se suma que, a las pocas que podemos acceder, nos obligan a completarlas al inscribirnos. No hay posibilidad de comenzar una competencia, salir y completarla en otro momento hay que jugar todos los partidos y ganarla o quedar eliminados y volver a comenzarla (algo que se puede volver algo tedioso ya que jugaremos siempre contra los mismos equipos en busca de el mismo premio). Algo que puede tornarse bastante frustrante si para conseguir un representante nivel plata tenemos que jugar 3 veces un mismo torneo desde el inicio.
Otra de las mecánicas que encontramos algo confusas y frustrantes para los que recién llegan o regresan a la saga es la de la adquisición de los jugadores (al mejor estilo lootbox). Para comprar un jugador hay que buscarlo a través de una combinación específica de agentes, cada uno con distintos niveles y especializaciones: edad, puesto, país o región, modos de juego, etc, etc. Las combinaciones pueden ser tan amplia que si queremos contratar un jugador específico tendremos que encontrar la combinación específica de representantes o tener mucha suerte a la hora de utilizar representantes genéricos que nos den chances de poder sumarlo de una enorme lista de jugadores.
Este año contamos con los mismos modos de juego que la edición anterior. No es uno de los puntos que más atención necesitaba, pero tampoco suma en el aspecto de lo que ofrece el juego fuera de la cancha. Los co-op online siguen permitiendo disfrutar del juego con amigos, mientras que la Master League no recibió prácticamente ninguna modificación. Detalles a la hora de las negociaciones de contratos de jugadores y un mercado de pases algo más realista pero los cambios llegan hasta ahí.
Una verdadera pena que esta joya de jugabilidad y gráficos no logre compensar las faltas que tiene el juego en otros aspectos. No hay nuevos modos de juego, ya no está la licencia de la Champions League y la suma de nueva ligas locales como las de Turquía, Argentina o Rusia no logran compensarlo, y no hace falta agregar que son contados con los dedos de las manos los grandes equipos europeos que cuentan con sus licencias completas.
El PES 2019 es un juego ideal para los fanáticos del fútbol que aman el juego, más allá de las camisetas, los nombres de los equipos o las ligas. Es un simulador en estado puro que consigue entregar de forma precisa lo que vemos durante un partido. El aspecto gráfico es impecable, las animaciones, los estadios y las novedades con respecto a los movimientos de los jugadores y la física de la pelota denotan una gran mejoría con respecto a la entrega del año pasado. Los relatos regionales son otro detalle que acerca el juego a los usuarios de cada país. Y no podemos dejar pasar que volvió la nieve como opción climática algo que nos retrotrae a las grandes entregas del viejo y querido Winning Eleven.
El PES 2019 no es una revolución si lo comparamos con su predecesor, es más son pocas las mejoras si nos ponemos puntillosos en cuanto a modos de juego y licencias. A pesar de esto Konami parece haber encontrado en el PES 2019 las bases sobre las cuales podrá construir en el corto plazo un juego (que apoyado en un nuevo plan de licencias y contenido) recupere el trono.
[review]
El Atari es el gran responsable de todo. Ex niño Nintendo y Sega Génesis, más tarde apareció PlayStation y acaparó todo (aunque la PC no se abandona). Con serias secuelas por las noches enteras encerrado en cybe-cafés por culpa del Age of Empires, Starcraft y CS Go.
