Lauriane Agnolin
Periodista brasileña que adoptó el español como idioma oficial.
Después de la compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft por casi $70 mil millones, 34 empleados de Raven Software, responsables de Call of Duty: Warzone, crearon un sindicato para exigir el reconocimiento laboral de Blizzard.
Game Workers Alliance surge en medio de un despido masivo de empleados, que comenzó el año pasado con denuncias de abuso sistemático contra la desarrolladora y ya ha cobrado más de 12 puestos.
“Nuestro objetivo es trabajar junto con el liderazgo para crear un ambiente de trabajo saludable y próspero para todas las personas, desarrollar productos exitosos y sostenibles y apoyar el disfrute de nuestros jugadores”, se lee en una publicación del sindicato en Twitter.
We aim to work together with leadership to create a healthy and prosperous work environment for all people, to develop successful and sustainable products, and to support the enjoyment of our players. (8/8)
— Game Workers Alliance 💙#WeAreGWA (@WeAreGWA) January 21, 2022
Un día después de la fundación del sindicato, Activision Blizzard emitió un comunicado diciendo que estaba “revisando cuidadosamente” la solicitud de los empleados y dijo que “respeta profundamente el derecho de todos, según la ley, de unirse o no a un sindicato”.
“En los últimos años, esto ha incluido aumentar la compensación mínima para los empleados de Raven QA en un 41%, aumentar el tiempo libre remunerado, ampliar el acceso a beneficios médicos para empleados y cónyuges, y transferir más del 60 % de los miembros temporales de Raven QA a tiempo completo. full”, defendió la nota de Blizzard.