Menos de un mes después de la polémica generada a partir de un tuit en el que defendía al círculo íntimo formado para celebrar el campeonato de G2, entre los que se encontraba Andrew Tate, Riot Games sancionó a Carlos “Ocelote” Rodríguez impidiendo el español de “ocupar cualquier cargo gerencial u operativo con un equipo u organización en una competencia de Riot hasta el 13 de noviembre”.

En la alegación disciplinaria, dada a conocer este martes, la empresa responsable de títulos como League of Legends y VALORANT justificó la sanción basándose en el incumplimiento del artículo 9.2.5 del reglamento de la LEC, la Liga Europea de LoL,

“Al asociar públicamente en las redes sociales a Andrew Tate, conocido por sus puntos de vista misóginos, con él mismo, G2 Esports y la LEC, Carlos Rodríguez se involucró en una actividad que fue perjudicial para los mejores intereses de League y Riot Games“, expresó el comunicado.

El 18 de septiembre de 2022, G2 Esports anunció que su Junta de Supervisión había acordado mutuamente con Ocelote que se tomaría ocho semanas de licencia como director ejecutivo y suspendería sus ganancias durante ese tiempo. En vista de lo anterior, el 19 de septiembre de 2022, la LEC abrió una investigación. “Esto resultó en la apertura de un procedimiento disciplinario formal contra Carlos Rodríguez el 20 de septiembre de 2022, por haber incumplido potencialmente las Reglas Oficiales de la Temporada LEC 2022 (“Reglas LEC”). Carlos Rodríguez fue invitado a rendir su declaración sobre los hechos antes descritos, lo cual hizo el 27 de septiembre de 2022″, afirmó Riot.

Además de la suspensión, él deberá realizar un curso de sensibilización, entrenamiento ejecutivo, y proporcionar evidencia de finalización a la LEC, dentro de los 120 días de este fallo, pero a más tardar antes de su regreso al ecosistema competitivo de la desarrolladora estadounidense.

Durante el procedimiento interno, dijo Riot Games, se tomó en consideración todas las circunstancias que rodearon el caso, incluyendo todos los factores agravantes y atenuantes.

nobody will ever be able to police my friendships

I draw my line here

I party with whoever the fuck I want

— 🔥 CarlosR ocelote 🔥 (@CarlosR) September 17, 2022

El eje del caso

“Nadie podrá vigilar mis amistades. Trazo mi línea aquí. Salgo de fiesta con quien carajos me da la gana”. Fue con este tuit, publicado por Ocelote el 17 de septiembre, que las redes sociales estallaron en llamas al identificar a Andrew Tate entre los invitados a la celebración del campeonato de G2.

Baneado de las plataformas digitales por incitación al odio y misoginia, el exluchador de kickboxing e influencer financiero ganó notoriedad con comentarios sexistas al afirmar, entre otras cosas, que las mujeres víctimas de violación deben “asumir la responsabilidad” del crimen; a quien le gusta salir con mujeres de 18 años para “dejarles una huella”; que atacaría por el cuello a una mujer a la que acusó de traición y que el hombre puede traicionar, pero que si la mujer hace eso sería algo “repugnante”, según mostró un reportaje del diario inglés The Guardian.

Conocido como el “señor de la masculinidad tóxica” por sus seguidores, Tate también estaría siendo investigado por trata de personas después de que la policía rumana allanara su casa en abril como parte de una investigación, según los medios locales, tras los rumores de que una mujer estadounidense estaba siendo retenida en la residencia. Tate, sin embargo, negó las acusaciones.